DOÑA FLOR: RELATO DE UNA VIDA Y UNA TRADICIÓN*
Luz Marina Vélez Jiménez
“Yo aprendí a cocinar viendo a mi mamá y a las vecinas, que también eran como de la casa de uno; mientras cocinaban hablaban de todo, de cómo quedaban mejor las recetas, de los problemas de la vida, de los hijos, de los maridos, de lo que les dolía. Yo aprendí a moler maíz, a hacer arepas, a pelar papas, y muchas cosas más, viéndolas, oyéndolas y ayudándoles. Desde muy chiquita yo jugaba a la ‘bodita’, que era la cocina hecha por las niñas; y para que aprendiera más, mi mamá me cogía una paloma del solar para que yo la preparara. Yo empezaba calentando el agua y quitándole las plumitas al pobre animalito; lo pelaba y lo mezclaba con piedritas, yerbitas y flores que arrancaba de la manga, para hacer el caldo. También recuerdo que ella me llevaba a la huerta y sembrábamos juntas cilantro, tomates y cebollas de rama; íbamos a la ‘revueltería’ y a la carnicería para que yo aprendiera a hacer los ‘mandados’ y a escoger el mercado. Cuando estaba más grandecita ella me soltó los quehaceres de la cocina, y desde entonces esa es mi vida.
Hace veinte años soy empleada del servicio doméstico. Dicen que cocino muy rico y me traen muchas visitas para que prueben las recetas de maíz que me sé: hayacas, indios, sopa de arepa, mute, tortas de chócolo, empanadas, carantanta, pan, mazorca asada, coladas, natilla, y muchas más. Uso el maíz hasta como remedio: su harina en cataplasmas para refrescar y rebajar el ‘brote’ del sarpullido, las barbas del chócolo, en bebidas, para eliminar los cálculos renales, y el aceite para hidratar la piel seca.
Todos los días repito las recetas que cuando chiquita le vi hacer a mi mamá, y todos los años practico una costumbre santa que ella me enseñó, y es que el día de la Santa Cruz, antes de rezar los mil jesuses, hago un altar y pongo como ofrenda unos granos de maíz que debo dar como limosna al día siguiente, y esto asegura que nunca me falte la comida. Y así ha sido hasta el sol de hoy”.
* Entrevista personal con Flor Araque Suárez, mujer de Tunja que labora actualmente como empleada doméstica en una casa de familia en Usaquén-Bogotá. Abril de 2009.
Categoría: Colombia