Alimentación y gastronomía
No es la primera vez que comentamos que la agricultura es la base de la alimentación y en consecuencia de la salud pública. La agricultura es un pilar esencial de la economía rural y la industrialización agraria una de las principales vías de generación y de retención de valor añadido y de empleo en el medio rural.
Igualmente, el complejo agroalimentario en su conjunto incluye proveedores agrícolas, agricultura, agroindustria y distribución y configura una de los sectores productivos más relevantes de la economía general.
Todo esto es la base de la gastronomía, pues sin alimentos bien producidos no habría gastronomía, ni de lejos. Seguir los criterios y normas esenciales de la Dieta Mediterránea, que recordemos no es una “dieta” sino un estilo de vida, debería de ser precepto para todos nosotros pues ya alertó hace años, en noviembre de 2007, el profesor Gregorio Varela que “se respeta mucho más en Finlandia que en Andalucía. Decía Varela, y el asunto está vigente que “Nuestros abuelos se manejaban con unos 100 alimentos en su cesta de la compra y nosotros tenemos más de 25.000. Estamos en esa etapa de exigirnos todos que se favorezcan los hábitos alimentarios tradicionales. Al haber aumentado tanto el consumo de alimentos preparados, hemos de ir al terreno de lo saludable, empezar a introducir el concepto de la trazabilidad nutricional y realizar un seguimiento del campo a la mesa.
Actualmente el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en colaboración con la Federación Española de Nutrición, tienen en marcha un curso interesante que lleva por título: “Tendencias de moda en alimentación: desmontando falsos mitos y creencias” y del que se puede obtener más información en cualquiera de sus páginas webs.
Gastronomía, Dieta Mediterránea y agricultura conforman una forma de entender lo cotidiano que nos debe de animar a seguirlo en beneficio propio común.
Categoría: La opinión de Juan Barbacil