De origen benedictino, gastronómica y amarga
SECCION LAS CERVEZAS DEL MUNDO.Weissenohe Benediktiner Pils
Un buen número de monasterios se han convertido en auténticos puntos de encuentro gastronómicos en los que la cerveza es la protagonista que acompaña a las especialidades culinarias de la zona. En este caso Franconia es la protagonista
LA FICHA DE LA CERVEZA:
Marca: Weissenohe Benediktiner Pils
Lugar de elaboración: Weissenohe, Alemania
ASPECTO
Cerveza dorada pálida, muy carbonatada y con una cabeza de espuma blanca compacta que permanece.
SABOR Y AROMA
Agradable aroma a lúpulo y un ligero toque de grano. Cuerpo medio, un poco sabor a malta, pero predomina el toque amargo. Acabado seco que perdura en el paladar.
TEMPERATURA DE CONSUMO
6º-8ºC
ALCOHOL
4.9% alcohol en volumen.
INGREDIENTES
Malta pils biológica baja en proteínas. Lúpulo Hersbrucker, Magnum Perle, agua y levadura.
ACOMPAÑAMIENTOS: mariscos, platos de pasta, platos de setas, queso, pizza, ensaladas ligeras.
OTRAS CERVEZAS DE LA FÁBRICA:
Altfränkisch Klosterbier, Classic Bioland, Pils, Kloster-Sud, Bonifatius DunkelBonator, Doppelbock, Eucharius Märzen, Kloster Weizen Saisonbier, Glocken Hell, Barrique,…..
Cuando viajas por Alemania descubres lugares y escenarios realmente distintos en lo que a cervezas y cervecerías se refiere. En Suiza, Checoslovaquia y en menor medida Holanda sí que también ofrecen sitios peculiares en los que disfrutar de la buena cerveza, pero es Alemania, sin duda, la que muestra lugares realmente sorprendentes, a veces hasta recónditos. Su oferta en comida que ligan muy bien con la cerveza es buenísima y los precios muy asequibles a un turismo, esencialmente alemán.
La gastronomía de Franconia forma parte de las tradiciones culinarias de la región de Franconia (en alemán Franken) correspondiente originariamente a las tribus de los francones, su contacto directo hace que sea considerada como una parte de la cocina de Baviera, de la que recibe algunas influencias. En la actualidad ha cobrado carácter la cocina de de la zona debido en parte a algunas especialidades famosas como, por ejemplo, las pequeñas Nürnberger Rostbratwurst (con su característico aroma a mejorana), cabe decir que a pesar de ser una región con gran tradición cervecera posee en sus comarcas una las 13 regiones viticultoras de Alemania en lo que se denomina Franconia (región vinícola) con sus botellas características: las Bocksbeutel.
La elaboración de la cerveza Weissenohe empezó en el siglo X con los frailes Benedictinos. La cerveza tenía un significado muy esencial en la vida de los frailes y de los habitantes, al mismo tiempo que formaba parte de su dieta habitual. Se supone que esta Weissenohe podría ser una de las primeras que se hicieron desde que se conoce el inicio de la elaboración de la cerveza. El monasterio se destruyó varias veces a lo largo de los pasados siglos y se volvió a construir hasta que lo adquirió, después de haber tenido varios propietarios, la familia Winkler en el año 1827. Desde entonces la fábrica está gestionada por la quinta generación, de la familia que, empeñados en un crecimiento e impulso de la casa, añadieron una cervecería en el mismo complejo que es muy popular y conocida en la zona. El ánimo de la familia llega a conservar la iglesia que se utiliza hoy como parroquia de culto habitual.
La cervecería la lleva el maestro cervecero Urban Winkler con su mujer y 13 empleados más. El agua que se utiliza para la elaboración es agua de un manantial que ya usaban los monjes en su época y surge de las fuentes de lo alto de las montañas suizas. El agua es muy dura y contiene mucha cal, extremo que hace que los elaborados se caractericen por una personalidad muy acusada. Dicen en Weissenohe que esta agua es ideal para la elaboración de cervezas negras.
En las ciudades vecinas llamadas Lilling y Herpersdorf se cultiva lúpulo y malta. El lúpulo es muy conocido y lo llaman “Hersbrucker”. Es una especialidad, que le da a las cervezas de Weissenohe su amargor muy delicado y sutil. La mayoría de la cebada que utilizan también es de la zona y ya se cultivaba en las fértiles tierras, que lo siguen siendo, en la época del monasterio. Se trata de una cebada que carece de proteínas y por lo tanto es ideal para la elaboración de la cerveza. En el año 2000 se inauguró en el monasterio un hostal, que fue reformado con mucho gusto y cariño por la familia Winkler. Quién visita este establecimiento se encontrará, sobre todo, con un ambiente muy familiar.
Categoría: Bebidas