Tapón: ¿corcho o sintético?
Desde hace años la pregunta ya es una clásica en los cursos de cata de vinos, entre los aficionados y motivo de conversación en las sobremesas de los conocedores y fieles de los tintos, blancos, rosados o cavas. ¿Es mejor el tapón de corcho o el sintético para tapar sus botellas?
Veamos algunas cifras para la reflexión. En sólo 10 años, los tapones sintéticos han aumentado desde cero hasta el 25% de los 17.500 millones de tapones para vino que se utilizan en el mundo cada año, la cifra la verdad es que marea un poco. Y en cuanto a las cifras nacionales, En España existen 506.000 hectáreas de alcornocales que representan un 25% del total mundial, de donde se extraen 88.400 toneladas de corcho. Éstas representan el 30% de la producción de corcho en el ámbito mundial. Empresarialmente hablando, el sector cuenta con unas 150 empresas que ocupan en total a alrededor de 2000 trabajadores que asciende a 3000 durante la saca. Produce 3.000 millones de tapones, de los cuales 1.300 millones se destinan a espumosos y 1.700 a los vinos. Del total de la facturación del sector corchero español, 350 millones de euros, más del 50% pertenece a exportación, datos relevantes a tener en cuenta. Así pues los tapones sintéticos supondrían una cifra aproximada de unos 4.375 millones para otras tantas botellas.
Según el experto Juan Manuel Ruíz Casado, “contra todo pronóstico, los cierres sintéticos empiezan a ser habituales en bodegas de cualquier parte del planeta y de cualquier idiosincrasia. Ya no hay por qué ocultar o disimular su uso, y casi resulta de mal gusto recordar la alarma que desataron hace años. El enemigo número uno de las bodegas, el responsable del más tristemente famoso de los defectos que arruinan la vida de un vino, está dejando de ser un problema para millones de tintos y blancos que se elaboran en el mundo”
Hay opiniones para todos los gustos y muchas veces están influidas, también, por razones económicas.
Categoría: La opinión de los expertos